Razón y corazón.
Allí sentada, tan sola, frente al mar, lejos de mi casa y de toda la gente que conozco, me asaltó un sentimiento. Era como si recordara algo que nunca había conocido o que siempre había esperado.Pero no sabia que era. Tal vez fuera algo que había olvidado o algo que me hubiera faltado toda la vida. Solamente puedo deciros que sentía al mismo tiempo alegría y tristeza. Pero no demasiada tristeza; porque me sentía viva. Sí, viva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario