viernes


-Lo he dicho adrede, ¿qué crees? Ahora que me has pegado tu conciencia está tranquila. Ahora puedes volver a parlotear con tus amigas y sentarte a la mesa de juego. Tu hija está bien educada. Ha entendido lo que es justo y lo que no lo es… Ha entendido que no hay que soltar tacos y que hay que comportarse como es debido. Pero ¿no ves que eres ridícula, que haces reír? Me mandas a misa el domingo pero si escucho demasiado el evangelio entonces no va bien. Si amo demasiado a mis semejantes, si traigo a casa a uno que no se levanta cuando tú entras o que no sabe comportarse a la mesa, entonces tuerces el morro. Tendríais que inventar iglesias a vuestra medida, un evangelio solo para vosotros donde no resucitan todos, sino solo aquellos que no comen en camiseta interior, que no firman escribiendo primero el apellido, aquellos que sabéis de quién son hijos, que están siempre morenos y son atractivos, que se visten como queréis vosotros. Sois unos payasos.

miércoles


Sueños, imágenes caprichosas que mezclan nuestros recuerdos, alborotan nuestra memoria durante noches y noches, horas y horas... Los sueños están ahí, cada noche, dentro de tu cabeza. Nadie puede verlos excepto tú porque son tuyos. Sin embargo no puedes controlarlos, dependen de sí mismos aunque se alimentan de ti, pero son simplemente sueños. En los sueños todo es posible: volar, amar lo odiado, vivir lo que nunca has vivido, morir y volver a nacer... De los sueños puedes aprender, puedes olvidarlos... lo único que no debes hacer jamás es depender de ellos porque los sueños no respetan la razón ni el sentido.

jueves


No digo nada. Lo abrazo. Coloco mis manos detrás de su espalda, apoyo mi cabeza en su pecho y lo abrazo con más fuerza. Aún más. Lo estrecho entre mis brazos. Otro trueno y empieza a llover. Al principio es una simple llovizna, pero poco a poco va arreciando.
-Venga, entremos o nos empaparemos...
Trata de escapar, pero yo lo aferro con mis brazos. -Quédate aquí mejor. Mis lágrimas pasarán desapercibidas con la lluvia.