Su piel parece de color ébano, lisa y delicada. Su pelo corto no teme ensuciarse. Parece pertener a esa playa tumbado allí, con los brazos estirados, dueño de la arena y de todo. Él, sonriendo, la atra hacia sí, dueño también de ella, acogiéndola con un beso más largo y más intenso. La abraza manteniéndola pegada a él, respirando su sabor dulce. Ella se deja llevar arrebatada por aquella fuerza, y en ese momento entiende que no había besado nunca a nadie de verdad...
Está geniaal :)
ResponderEliminarPásate por el mío http://ycontantoycontanpoco.blogspot.com/
SIN DUDA TE SIGO.
ResponderEliminarFelicidades por tu blog, me encanta :)